Aceites Esenciales
Sus manos aceitadas recorrieron mi cuerpo.
Al principo dolor, luego placer.
Sus manos se llevaron toda la energía
negativa que ahogaba mi cuerpo,
liberándolo y llenándolo de
una energía nueva, limpia,
blanca y reponedora.
Al principo dolor, luego placer.
Sus manos se llevaron toda la energía
negativa que ahogaba mi cuerpo,
liberándolo y llenándolo de
una energía nueva, limpia,
blanca y reponedora.
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