Adornos
Se sentía triste. Así que decidió alegrar su aspecto adornándose.
Pero sus adornos no eran objetos materiales. Se adornó de sentimientos ajenos. Alegría, euforia, amor correspondido, satisfacción...
Y cuantos más sentimientos recogía, su aspecto mejoraba y parecía mucho más feliz y alegre.
Los sentimientos de felicidad siempre deberían compartirse para adornarnos.
Pero sus adornos no eran objetos materiales. Se adornó de sentimientos ajenos. Alegría, euforia, amor correspondido, satisfacción...
Y cuantos más sentimientos recogía, su aspecto mejoraba y parecía mucho más feliz y alegre.
Los sentimientos de felicidad siempre deberían compartirse para adornarnos.
1 comentario
Sentinel-la -
¿O será que los pueblos felices no tienen historia?